miércoles, 28 de enero de 2015

Experiencia en la Residencia Alameda de Nava

NUESTRA EXPERIENCIA EN LA RESIDENCIA LA ALAMEDA
     Este curso 2014-2015 nosotros, los alumnos/as de 1º de bachillerato y nuestra profesora de religión, nos hemos propuesto que las clases de religión fueran diferentes, queríamos pasar algo de nuestro tiempo con los mayores de la Residencia
“La Alameda” de Nava de la Asunción, para ir haciendo práctica de lo que significa hacer un voluntariado.
            No es ningún proyecto obligatorio, sino un acto libre y voluntario, que aporta compañía, aprendizaje, diversión y respeto.
Esta experiencia está formada por un grupo aproximado de 25 residentes y 24 alumnos, por lo que hemos propuesto la división en diferentes grupos para realizar varias actividades que nos ayudan a los mayores y a nosotros, ya que con cada juego, manualidades, historia…conocemos cómo ha sido el pasado  y  cómo valorar más y mejor el presente.
            Pero todo esto, no podría haber sido posible sin la colaboración de Emilio el terapeuta de la Residencia, Teresa la directora del mismo y Alicia la psicóloga.
            Esto nos permite conformar una completa unión fundamental necesaria para encontrar la comodidad en el grupo.
            El resultado de este encuentro es  un sentimiento de alegría grupal cuando llegamos al centro, puesto que tanto residentes como colaboradores, nos reciben con las manos abiertas cada día.
            Durante la estancia allí, a los residentes se les ve contentos, y a menudo nos dicen cosas como:
 -¡Ay, pero qué majos son estos chicos!; u otras cosas similares.
 A menudo nos dan las gracias por estar un rato con ellos, sin embargo, les tendríamos que dar las gracias a ellos por todo lo que estamos aprendiendo.
  Al finalizar las actividades, lo primero que nos dicen los residentes es que están deseando que llegue el próximo jueves porque el ratito que estamos con ellos  se les hace muy corto por la comodidad que hay.
            Lo más gratificante es observar que cuando faltamos algún día los residentes nos “lo echan en cara”, y  ahí es cuando nos damos cuenta de la gran importancia que tiene este proyecto tanto para ellos como para nosotros.



REVISIÓN DE LA EXPERIENCIA DEL PRIMER TRIMESTRE
Después de un trimestre de experiencia en la residencia de ancianos hemos revisado las actividades realizadas y comentamos lo siguiente:
·         Hemos aprendido a escuchar y valorar lo que dicen los mayores.
·         Al tener un contacto con los mayores nuestra visión de la vida y de las cosas es diferente, ha cambiado.
·         Son muy cariñosos con nosotros; nos esperan con mucha ilusión todas las semanas. Y si no vamos nos echan de menos.
·         Cuando nosotros vamos a su “casa” conseguimos romper su rutina y ellos la nuestra, ya que siempre nos acogemos con alegría y muchas ganas.
·         Estamos practicando lo que es la paciencia, escucharles con atención.
·         Nos ayuda a superar las dificultades de comunicación con las personas mayores.
·         Hemos comprobado que nada es imposible si uno lo desea (si una anciana ciega consigue hacer punto cualquier objetivo que nos propongamos es posible).
·         Sentimos como ellos nos acogen como si fuésemos de su familia, se “desahogan” con nosotros, nos cuentan sus vivencias…
Las actividades que hemos hecho hasta ahora:
·         Juegos de mesa: cartas, dominó…
·         Manualidades: decoración navideña
·         Comunicación: hablar con ellos, contar historias…
·         Música: villancicos cantados y acompañados de instrumentos.
·         El último día antes de Navidad compartimos unos regalos y nos ofrecieron unos aperitivos.
·         Durante las vacaciones de Navidad algunas compañeras hicieron de Reinas Magas y llevaron regalos a los residentes.
                                    CONTINUARÁ…
                                             Alumnos de 1º de Bachillerato

1 comentario:

  1. ¡Pero qué buena gente la de la Nava!

    Hola chic@s: me alegra tener noticias tan buenas de vosotros, y ver que seguís muy implicados con la gente de la residencia. También comprobar que Marisa tan activa como siempre. Se nota que el Camino ha dejado mucha huella en todos nosotros, que las cosas se ven de otra manera y que los que hoy son los ancianos en su día fueron peregrinos de la vida que ya han luchado y disfrutado de su Camino particular.

    Un fuerte abrazo a toda la comunidad del IES Jaime Gil de Biedma.

    Diego

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